Disneylexya (Santiago, Chile, 1979). Vive y trabaja en Valencia. Licenciado en Pedagogía en Artes Visuales por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación de Santiago de Chile (2006). Arte urbano, pintura mural, ilustración. Reinterpreta y mezcla mitos de la antigüedad con su propia simbología, crisol de estética latina iberoamericana, iconografía de bestiarios medievales europeos y tratados de alquimia.
PAC – Te proyectas desde Valencia. ¿Te hubiera gustado cambiar de lugar y hacerlo desde allí?
Disneylexya – Es una pregunta complicada, realmente nunca me había planteado el haber proyectado una carrera artística desde otro lugar que no hubiese sido Valencia, porque realmente nunca me la planteé como objetivo de vida. En mi caso existe una inmensa cuota de fortuna e incertidumbre en los hechos que me han situado en este punto geográfico como para considerar mi oficio una construcción meditada y consciente. Para mí el tener la suerte de dedicarme al arte ha sido más bien un afortunado accidente. Soy fruto de las circunstancias; de haber estado presente en el lugar adecuado, en el momento adecuado… Soy fruto de trabas y de los problemas que me obligaron a seguir un camino difícil y al mismo tiempo fruto de mi fe y de la fe de quienes me impulsaron a seguir por ese camino. Por lo tanto, como en un principio nunca existió un objetivo artístico como forma de vida es imposible saber qué hubiese ocurrido en otro lugar. Supongo que lo más probable hubiese sido dedicar mi tiempo a un oficio que requiriese de habilidades motrices finas y de cierto criterio estético o tal vez ser profesor de arte, que es la profesión que ejercí durante unos cuantos años antes de desembarcar en Valencia.
PAC – ¿Crees que tu trayectoria habría sido la misma?
Disneylexya – Nuevamente volvemos a la fortuna, pero esta vez con la variante del entorno y las habilidades necesarias para sobrevivir en este. Valencia tiene una atmósfera artística única, (al menos así lo percibo con mi limitado conocimiento del mundo) si creyese en la inspiración, diría que es un lugar que inspira a la creación, pero más bien es un gran escaparate de la imagen del cual se puede aprender mucho, si en lugar de consumir los productos prestas atención a los espacios vacíos y te pones a pensar el modo en que tus inquietudes y lenguaje puedan encajar con estos espacios. Dicho de otro modo, no creo que todos los lugares tengan un ambiente artístico tan favorable como Valencia, tan favorable que impulsa al ejercicio del arte incluso a quienes no tienen una formación profesional en la materia (por lo menos dentro de mi especialidad que es el street art) lo cual me parece tremendamente positivo. Definitivamente creo que el entorno hace muchísimo y muy probablemente en otro lugar no hubiese existido como artista.
PAC – ¿Qué te impulsa a dedicarte a la práctica artística?
Disneylexya – Los objetivos han cambiado mucho con el correr de los años, al principio de mi formación como profesor y artista (antes de dedicarme a la docencia) buscaba transmitir la sensación sin forma de la luz sobre la materia, el paso del tiempo y su gradual desintegración, me obsesionaban la descomposición de las estructuras arquitectónicas y los materiales de construcción. En ese momento mi impulso estaba ligado a materializar una sensación totalmente íntima, autócrata e indiferente al espacio y al entorno, no me interesaba exponer ni vincularme al mundo del arte, porque en ese momento era algo misántropo y realmente no creía que fuese posible vivir de los monstruos antiestéticos que generaba. Posteriormente se acabó la universidad y hubo que “madurar” y dejar de lado el arte para dedicarse a labores “prácticas y rentables”, hasta que después de algunos años el azar me trajo hasta aquí y me obligó a replantearme el volver a generar arte.
Una vez en Valencia los principales motores que impulsaron mi labor de creación siguieron siendo prácticos: primero que todo generar arte urbano para conocer gente e insertarme en el entorno (cosas que pasan cuando eres inmigrante y no te va el rollo busca-paisanos) y principalmente crear un lenguaje nuevo que me permitiese destacar como artista y del cual pudiese sacar dividendos sin traicionar mi esencia, el cual al mismo tiempo debía ser llamativo y permitirme en el futuro investigar y hacer ampliaciones conceptuales de su estructura interna para no morir de aburrimiento con mi propia idea.
PAC – ¿Qué ansiabas?
Disneylexya – Más que ansiar (no soy muy ansioso) deseaba reinventarme para comunicarme con otras voces, ser otros para poder explayarme artísticamente en la medida que fuese posible desde un punto de vista práctico y honesto conmigo mismo.
PAC – ¿Lo encontraste?
Disneylexya – Si lo encontré, pero ahora extraño las facetas troncales de mi antiguo yo.
PAC – ¿Qué crees que puede mejorarse en el Sistema del arte?
Disneylexya – Sistema del arte es un término que me suena muy amplio, y supongo que cada artista o persona vinculada con el arte tiene una experiencia o perspectiva distinta respecto al concepto. Para mí el arte consiste en si en un sistema de pensamiento analítico transversal cuyo principal objetivo sería deconstruir y construir cualquier estructura del entorno cultural del ser humano, ya sean estructuras materiales o ideológicas, o sea que para mí el arte es como un programa de edición de lo cotidiano, una herramienta muy útil y al mismo tiempo potencialmente muy peligrosa. Por eso no me extraña nada que el arte sea una disciplina vilipendiada, incomprendida y marginada como el lujo de una elite económica e intelectual (muchas veces son las castas adineradas e intelectuales quienes se comportan como verdaderos marginales). Si de verdad quisiéramos mejorar el sistema de acercamiento de la población al arte deberíamos empezar por cambiar la forma de enseñanza de la disciplina y en general la forma de educar a los futuros humanos. Por lo tanto, para mi, el arte como sistema, por ahora no tiene nada que mejorar, sin embargo los gobiernos, a quienes debería interesarles contar con una ciudadanía creativa, curiosa, crítica y constructiva (en lugar de un rebaño fordiano y consumista) deberían considerar reestructurar sus sistemas educativos con el fin de fomentar la transversalidad en sus currículos y dentro de esa propuesta la educación artística, a mi juicio, sería una herramienta clave. Si se lograse dicha reforma tendríamos una población más creativa y una comprensión del arte como algo realmente cotidiano y vital, entre otros beneficios. Soñar es gratis.
PAC – ¿Qué deberíamos aportar y eliminar al Sistema?
Disneylexya – Como dije anteriormente al sistema (como yo lo entiendo) no le veo nada de malo considerando la estructura socio-económica a la cual responde, sin embargo lamento que el sistema se vea institucionalmente subyugado y amordazado por dicha estructura. ¿Cuál es nuestro aporte para cambiar esta situación? Poca cosa además del activismo de algunos y ser abiertos como artistas quienes nos cuestionamos el sentido de nuestro oficio, pues nuestra realidad consiste en un ramillete de acciones aplicadas a un radio “micro” que rara vez encuentra eco más allá del muro donde se ha encerrado el concepto “arte”. Y desde un plano “macro”, ¿cómo suele responder el mundo del arte ante este problema? Con estética y morfina, pero nuevamente no es culpa de los artistas ni mucho menos de los consumidores.
PAC – Asociacionismo profesional ¿qué opinas?
Disneylexya – Me parece bien, el problema que veo al asociacionismo en nuestra disciplina es la cantidad de formas de entenderla, y por lo tanto, la cantidad de objetivos que cada una de ellas conlleva, indudablemente existen objetivos comunes y complementarios. Lo que me parecería más complicado es establecer prioridades y aun mucho más difícil adoptar una postura política.
PAC – Háblanos un poco de tu trayectoria.
Disneylexya – Fui pintor matérico y abstracto, fui profesor de arte y actualmente soy artista urbano, muralista, específicamente hablando. Esta última etapa de mi carrera la comencé en la ciudad de Valencia hace aproximadamente nueve años y al principio no pintaba directamente en muros, la técnica que utilizaba era el paste-up porque no estaba familiarizado con la pintura fuera de un taller y un lienzo, ni con las leyes, ni muchas cosas que al principio se ignoran, pero gradualmente se van aprendiendo a medida que te vas sumergiendo en el mundo del street art. Como en ese momento diseñaba mi reinvención como artista, inventé dos lenguajes gráficos y conceptuales que serían mi presentación en la escena valenciana: Disneylexya y Riezgosozyal, usé la “doble personalidad” porque no suelo ser una persona unidireccional, tengo espacios interiores muy segmentados pero comunicados entre sí. Riezgosozyal era mi parte contestataria y estaba cargada de humor negro, mientras que Disneylexya en esos momentos no se parecía nada a lo que es ahora, pues en ese instante utilizaba ese canal para experimentar con la abstracción y las posibilidades de los rotuladores y otros materiales. El objetivo básico de aquel Disneylexya era lograr un lenguaje basado en la composición mediante líneas y color. Cuando llegó el momento clave en el que tuve que decidirme por cuál de las dos vertientes acapararía el resto de mi línea como artista urbano (Poliniza 2014) se produjo una mutación: Riezgosozyal dejó de ser una opción activa en muros (de ahí en adelante solo haría apariciones esporádicas en fanzines), mientras que Disneylexya se volvió figurativo pero conservando la abstracción y el color, definiendo su línea hasta el concepto por el cual soy conocido hoy en día.
PAC – Defínete mediante hashtags o etiquetas.
Disneylexya – #arteurbano #muralismo #streetart #símbolo. Entre otras cosas, dependiendo de lo publicado
PAC – ¿Cuáles son los temas de tu trabajo artístico?
Disneylexya – Desde el punto de vista formal mi temática central es un concepto que he bautizado como CVI (colonización visual inversa), la cual consiste en tomar elementos gráficos europeos, particularmente de miniaturas medievales, bestiarios y tratados alquímicos y mezclarlos con elementos nativos de otras culturas del mundo (líneas, color y geometrías). El resultado se traduce en una confusión por parte del espectador, quien piensa que está viendo representaciones artísticas latinoamericanas (incaicas o aztecas por lo general) e incluso se han identificado elementos propios del arte popular de la India, África, etc. dependiendo del bagaje cultural y visual del espectador. Le llamo CVI pues para desarrollarla pensé en la importación de imágenes (en su mayoría religiosas) desde Europa a América y la asimilación cultural forzada que los pueblos originarios tuvieron que enfrentar de forma pasiva y activa. A mí personalmente me interesa la asimilación activa, pues en este caso los nativos americanos incorporaron, a ojos de los colonos, la imagen sagrada europea dejando aparentemente de lado “sus creencias”, cuando lo que en realidad ocurrió fue un camuflaje del concepto encarnado en la imagen, pues las culturas americanas muchas veces depositaron las características de sus deidades originales en las figuras de los cultos religiosos invasores para sobrevivir.
En otra capa más profunda del concepto se encuentra una raíz universal de la imagen que tiene relación con los arquetipos presentes en todas las culturas primigenias. Sin importar la distribución geográfica todos asimilamos determinadas imágenes de forma parecida en nuestro subconsciente, pues se remontan a los albores de lo que entendemos por humanidad. En este punto es cuando mi arte se muerde la cola, pues una vez aclarada de forma técnica el origen de la confusión inicial respecto a la procedencia de las formas y los colores, podemos reflexionar respecto a la cultura visual de los pueblos y la “raíz común” donde nace el recuerdo de lo instintivo y donde el subconsciente entrega al consciente parte de la información, la cual será asimilada y procesada (otro nivel de asimilación visual) para posteriormente ser materializada y reconocida.
PAC – ¿Algún proyecto, pendiente, que te gustaría realizar?
Disneylexya – Sí, profundizar sobre el punto anterior, pues me parece clave para hacer crecer mi proyecto artístico. Actualmente investigo de forma independiente sobre diversos campos del conocimiento para dar coherencia a una extensión conceptual de mi imaginario. Me gustaría que mi arte fuese mucho más que imagen. Mi meta sería diseñar un sistema de pensamiento independiente de mí: una idea que se autogenere y funcione por sí sola, una especie de mapa abierto de un lugar imaginario que intento que sea lógico. Este ejercicio conlleva mucho trabajo que se ve constantemente interrumpido por tener que resolver los problemas artísticos prácticos, que son quienes dan de comer, eso hace que avance a paso de tortuga en mi investigación y en el peor de los casos me hacen retroceder en mis apuntes, porque muchas veces no entiendo como llegué a algunas ideas.
PAC – Un deseo.
Disneylexya – Un terreno lo suficientemente grande como para hacer un jardín primitivo donde construir un laberinto y también poder amontonar coches viejos y camas para llenarlos de tierra y que crezca maleza y árboles de ellos.
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