Galería Norte Verde

Cristina de Middel, de fantasía, verdad y humor

Una de las últimas artistas en sumarse al programa Tender puentes del Museo Universidad de Navarra ha sido Cristina de Middel y el proyecto fruto de su trabajo con las colecciones de fotografía de este centro lleva por título Aleatorias Vulgaris: consta de medio centenar de piezas, cuatro vídeos, objetos y una instalación que la artista ha llevado a cabo tras estudiar el sistema organizativo de esos fondos, basado en un inventario en el que se asocia un número a cada una de las imágenes y artefactos, de modo que unas y otros puedan subdividirse en secciones. Escogió De Middel diez imágenes de cada uno de los cinco apartados principales intentando que su selección fuese lo más aleatoria posible, un concepto a priori impensable atendiendo a los criterios de ordenación empleados.

Así, la alicantina, manteniendo su querencia habitual por lo lúdico, nos propone una relectura de este acervo fotográfico en la que tiene cabida el azar, la ruptura del canon inherente a todo archivo, desarrollando un proceso de trabajo que ha requerido investigaciones exhaustivas pero en el que también ha sido posible la diversión: Quería recopilar, dentro de cierta lógica, un máximo de maneras de generar números aleatorios. Es la contraposición a un archivo, en el que cada imagen tiene asociado un número, un código. Cuando llegué allí, y vi lo bien organizado que estaba, se me ocurrió que había que ponerlo patas arriba, pero no con las imágenes sino con cómo se han ordenado esas imágenes.

Cristina de Middel. Sin título, 2018. Serie Aleatoris Vulgaris

Su “método” a la hora de tomar esas imágenes con las que trabajar fueron los cartones de un bingo, a los que lanzó cuchillos como si fueran dardos; las galletas de la suerte e incluso reuniones con personas anónimas en las calles de Mozambique o con un gurú en India; con las fotos resultantes tras mezclar los resultados de esas incursiones en el azar elaboró un collage y, a partir de él, un dibujo. De este modo, no solo resta seriedad al orden organizativo de un archivo fotográfico sino que, además, amplía su naturaleza. En cualquier caso lo más atractivo de esta propuesta no es, como vemos, el resultado, sino el camino hasta llegar a él: Es un trabajo muy centrado en el proceso porque todo lo que viene antes del dibujo, que también se muestra en la exposición, es lo más interesante.

De Middel, ya sabéis, viene ahondando en las relaciones entre su disciplina, la fotografía, y la verdad, conjugando lo conceptual y lo documental y también reconstruyendo arquetipos que prueban que la separación entre lo real y lo ficticio rara vez es estricta. Presenta en el Museo pamplonés, hasta el próximo marzo, “Pseudología fantástica”, muestra que, además de esta propuesta, reúne la serie Man Jayen, que ya pudo verse en este mismo centro en 2015, y las celebradas Afronautas, Cucurrucucú y Party. El título de la exhibición hace referencia a un trastorno psicológico, cuyos síntomas serán familiares a más de uno: quienes lo padecen sienten el impulso de contar relatos fantasiosos que ellos mismos acaban por creerse. Buscan lograr admiración y reconocimiento a veces; en otras ocasiones, la protección o la lástima de los demás y no alcanzan un placer instintivo en la mentira. Por supuesto, las suyas se mezclan con lo cierto; es propio este comportamiento de personas con baja autoestima y escasa capacidad de control de los impulsos.

Para De Middel esa tendencia se vincula con su propio trabajo, que deriva del intersticio habido entre el hecho y su rememoración, nunca pura: Empleo esa desconexión que hay entre el recuerdo y su base, que es la información, para hablar de cómo el archivo fotográfico puede ser el inicio de muchas interpretaciones. Asociando el archivo fotográfico al recuerdo, a lo que ocurrió y a la interpretación que se hace, que es una adaptación de cada uno.

Los asuntos abordados por cada uno de los trabajos expuestos y sus respectivos estilos son muy distintos, pero tienen en común su inspiración en el pasado y su indagación en la lectura que podemos extraer del recuerdo, sea fotográfica o gráfica. Así, en Man Jayen se valió de los documentos custodiados por el Archive of Modern Conflict de Londres en relación con la expedición, en 1911, de un grupo de aventureros a la isla de Jan Mayen, ubicada entre Islandia y Groenlandia: pretendían redescubrirla.

La empresa les quedó grande y, cual adolescentes en la era digital, decidieron simular la hazaña: explica la fotógrafa que esta serie cuenta la historia de una expedición a una isla en el inicio de la fiebre de los exploradores o el turismo de aventura. Todos pusieron la excusa de ser científicos para poder embarcarse y, conforme empezaron a navegar, se dieron cuenta de que eran burgueses con dinero y ganas de volver con el trofeo de una aventura. Al final no consiguen llegar a la isla, pero como llevaban un cinematógrafo para registrar toda la gesta, él los convence para parar a la vuelta en una isla para escenificar la llegada a la isla en la que nunca consiguieron desembarcar.

Man Jayen supone, de este modo, la escenificación de una escenificación y también puede dar pie a más debates sobre las fake news, falsedades y farolas, de antes y de ahora.

Cristina de Middel. Sin título, 2015. Serie Man Jayen

Al trabajar en Cucucurrucucú, por su parte, se valió del archivo de imágenes del diario de sucesos ¡Alerta! de México: sus fotografías de crímenes y episodios negros se encuentran en el origen de los doscientos dibujos que presenta aquí De Middel, con frases en bocadillos tomadas de rancheras y narcocorridos. El proyecto quiere profundizar en el sentido de esas letras, que a menudo justifican la violencia y comportamientos insalvables en otros contextos, y en el poder de la foto y de la imagen en general para conmover o concienciar: Es una reflexión acerca de la fotografía como documento y de la potencia o el impacto que puede tener a la hora de afectarnos emocionalmente, cómo se diluye la realidad cada vez que la traduces utilizando un medio menos fiel a la realidad (…). Cuando tú eres testigo de un evento traumático o violento, te puede generar un trauma. Pero si ves una foto de ese mismo evento, el trauma es mucho menor, y en el caso de un dibujo casi ni lo vas a notar. Y si escuchas una canción, incluso la cantas. Esa evolución de cómo nos impacta la misma información es lo que estudio en este caso. Y la representación de la violencia, y donde están los límites, está presentado de una manera en la que, al final, terminas cantándole a los muertos.

Cristina de Middel. Sin título, 2016. Serie Cucurrucucú

Por último, en las bien conocidas series Afronautas y Party, series que pueden verse en la sala Torre, incide esta autora en la puesta en cuestión de la fotografía como documento fiable sobre los hechos, dado que recogen los tics de nuestra mirada, los prejuicios, llegando a alimentar estereotipos.

Cristina de Middel. SIn título, 2012. Serie Afronautas

 

 

Cristina de Middel. “Pseudología fantástica”

MUSEO UNIVERSIDAD DE NAVARRA

Campus Universitario, s/n

Pamplona

Del 14 de octubre de 2021 al 4 de marzo de 2022

 

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