«Flores y despedida del gran y amado Omar Gatica», señala la invitación para decir adiós al pintor chileno, en el instagram de su compañera Yto Aranda, quien además agrega con dulzura: «Te amamos, te adoramos y agradecemos. Diste todo vida mía, mi corazón se va contigo».
Un artista apasionado por las posibilidades que la pintura otorga, que no abandonó jamás la importancia de esta antigua técnica artística y que fue capaz de enseñarla a través de la academia, se despide de un país que muchas veces ha sido ingrato con sus artistas y que los aleja del reconocimiento oficial que el trabajo de una vida completa debiera tener.
En el caso de Gatica, su obra logró reconocimientos importantes a través de premios y adquisiciones museales, logró estar vigente en el circuito galerístico, realizar diversas exposiciones y dar a conocer el trabajo que realizó con gran amor por el arte. Sin lugar a dudas, un gran maestro para quienes tuvieron clases con él y un gran amigo para quienes pudieron compartir parte de su vida.
Omar Gatica Rivera nació en 1956, en San Bernardo. Estudió Licenciatura en Artes con mención en Pintura en la Universidad de Chile y perteneció a la Generación del 80, junto a Sammy Benmayor, Carlos Maturana e Ismael Frigerio.
Su pintura
Sus intereses radicaron en explorar la pintura basándose en la escena de la transvanguardia italiana y la Escuela de Nueva York del «Expresionismo Abstracto», según consignan diversos sitios web, su estilo «busca representar la expresión del sentimiento existencial humano del nacimiento hasta la muerte, recurriendo así a colores primarios fuertes».
A través de la pintura en óleo, acuarelas y soportes que variaban entre papeles y telas, su obra tiene un fuerte contenido expresivo, con uso de colores llamativos, bastantes manchas que generan sensaciones de lo abstracto mientras, sobre ellas, se observan algunos elementos figurativos.
En el sitio web del artista, señala: «Irreverente en el dibujo y fuertemente expresivo en la materia, el trabajo de este artista funde el neoexpresionismo con la abstracción, manifestándose con intenso colorido y restringida gama cromática, donde a través del gesto intenso, la expresión de la línea y un consciente estudio de las propiedades de la materia, busca desarrollar temas relacionados con coyunturas humanas, la vida cotidiana y el sentido fundamental de la existencia. Sus pinturas se han nutrido principalmente de vivencias personales, por mucho tiempo la observación y reflexión con respecto al ser humano y su relación con la urbe. Actualmente, se interesa en los movimientos lumínicos y atmosféricos del paisaje, y principalmente en la observación de los ciclos de vida y su conservación. Aunando arte y vida como actitud frente a la contingencia medioambiental».
Premios y vida laboral
Desde 2001, Gatica se desempeñó como académico en la Universidad UNIACC y luego en la U. Finis Terrae.
En 2010 fue galardonado con el Premio Altazor por la exposición «Yo Pintor» (2009), en el Museo Nacional de Bellas Artes; en 2014 realizó «Ciudadanos del Medio Día», mural que se encuentra en el Hall Central del Edificio Moneda Bicentenario, tras ganar el 1er lugar en el Concurso de Arte Público MOP, Comisión Nemesio Antúnez.
En 2015, junto a la artista Yto Aranda, fundó el proyecto rural ANT (Arte, Naturaleza y Tecnología) «RAO CAYA», con el cual participó en ISEA2017, en Manizales, Colombia.
Su obra se encuentra en las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes, Museo de Artes Visuales y Colección CCU, todas en Santiago de Chile; además, en el Valle de los Artistas en Lolol, VI región, Chile.