Galería Norte Verde

Medir tierra de Fernando Renes en MUSAC

MUSAC acoge la exposición Medir tierra, un proyecto específico de Fernando Renes compuesto por tres grandes murales realizados con más de 11000 azulejos que el artista ha preparado artesanalmente. Además, la muestra se completa con una animación, dos esculturas y veinte dibujos.

La exposición, comisariada por Koré Escobar, «construye una estratigrafía biográfica y personal del artista, a la que une su posicionamiento frente al arte como práctica y como sistema. Renes trabaja sobre el concepto de la agrimensura -disciplina de medir tierras- como elemento esencial para la definición de cartografías, la atribución de propiedades y la configuración del paisaje y, en particular, del paisaje castellano que el artista grabó de niño en su memoria.»

«La muestra pone en relación el universo creativo del artista con la especificidad del proceso de trabajo del azulejado. En su experiencia con la cerámica, Renes genera murales de azulejos trabajados artesanalmente a modo de mosaico que conectan con la tradición hispanomusulmana, tan arraigada en nuestra tierra, y también con el posterior uso publicitario que se hizo de este tipo de soportes y que aún se conserva en algunas estaciones de metro, tanto nacionales como internacionales.»

«En el mural que da título a la muestra, Medir tierra, Renes trabaja el concepto de la agrimensura como elemento esencial para la configuración del paisaje y, en particular, del paisaje castellano que es el que Renes, de niño, grabó en su memoria. Este paisaje, parcelado, de distinta tonalidad según el cultivo y la época del año, evoca a una abstracción geométrica de campos de color. Con el tiempo y el abandono, a esos campos de color se ha ido sumado el de las canchas de juego que las administraciones han construido a lo largo de toda la geografía rural en un intento de retener a una infancia que bulle hacía la ciudad. Además, las canchas implican la delimitación de un espacio donde las reglas comunes no tienen sentido, sino que imperan normas específicas que solo rigen en ese espacio y en un tiempo determinado. Esta potestad de generar nuevas normas de funcionamiento, unida a su potencia plástica, fascina a Renes y por ello dedica el primer gran mural de la exposición a estas canchas y al paisaje que le conecta a su infancia. Explora su potencial expresivo, su plasticidad, su perfección geométrica, pero no lo despoja de su sentido lúdico y, hasta cierto punto, onírico por su capacidad para dejar en suspenso el mundo real. Con este mural Renes pretende, además, alterar las reglas de la física y “poner en el plano vertical” objetos concebidos para ser observados y utilizados en horizontal, en una demostración de la capacidad del artista para crear mundos y alterar la realidad con el poder de la creatividad.»

«El segundo mural, titulado 42 02 30 N 3 34 58 E, (coordenadas que corresponden al lugar donde se encuentra la Villa Romana en Puentedura) el autor ahonda en la arqueología conceptual de su trabajo y lo hace a través de una serie de imágenes en las que combina algunos elementos abstractos con otros elementos figurativos y comunes a los que el autor otorga la categoría de “futuros”–restos, ruinas o vestigios de nuestra sociedad actual–. Para ello toma como referencia el modelo de mosaico Asarotos Oikos (habitación sin barrer), cuyo autor, Soso de Pérgamo, es el único mosaista citado por Plinio el Viejo en su Historia Natural. Este mosaico representa en trampantojo el suelo de una habitación donde se encuentran, desperdigados, los restos de comida y basura que quedan tras la celebración de un banquete. En él Renes, pretende representar nuestra sociedad a través de la “basura” que dejamos atrás y que un día hablará de nosotros y nuestras costumbres. Pero también, se regocija en la memoria del “arqueólogo infantil” que un día fue, recorriendo las tierras aradas por su familia en busca de restos de vajilla romana que diera fe de la existencia de un mundo pasado y muy valorado por él.»

«En el tercer mosaico, titulado Boustrophedon, el artista vuelve sobre uno de sus “pasatiempos” preferidos: retorcer el lenguaje y exprimir palabras para extraer todas sus posibilidades significativas, para buscar el mayor número de referentes posibles. El nombre de bustrófedon deriva del griego y hace referencia a la vuelta que daban lo bueyes cuando araban la tierra, de tal manera que inicialmente iban de izquierda a derecha y en la vuelta siguiente de derecha a izquierda, siendo así muy reconocible y especial, el surco que dejan en la tierra. Cuenta el artista, que su abuelo araba de esta manera usando vacas de tiro, y que cada vez que empezaba un surco echaba un trago devino. Colocaba la bota en el surco de al lado de tal modo que, al terminar el surco de vuelta volvía a echar otro trago. Con este mural, Renes, rinde homenaje, una vez más, no solo a su memoria sino a un tiempo y a unas maneras de vivir que ya son solo un recuerdo. Memorias, por otra parte, tan personales, íntimas y sinceras que devienen en universales por ser idénticas, de una manera u otra, en cada uno de nosotros.»

«La exposición se completa dos esculturas, una animación y los dibujos llevados al muro. Más que tener un sentido en sí mismos cada uno de ellos, responden a un refuerzo del “aliento” general de la exposición, que tiene que ver con la tierra entendida como el pequeño espacio físico al que nos sentimos vinculado de manera irracional, porque somos parte de él y conocemos cada pliegue de su orografía. Pero, también, tierra como paisaje humano y cultural del que tan pronto huimos para crecer, como ansiamos volver para reconocernos.»

Fechas: Hasta el 11 de septiembre de 2022
Lugar: MUSAC, León

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