Galería Norte Verde

¿Qué hacer o quehacer?

Sergio Avello nació en Mar del Plata en 1964 y falleció en mayo de 2010. Expuso de forma colectiva desde 1983, pero su primera muestra individual fue en 1989, en la galería Adriana Rosenberg. Luego, en 1992, Jorge Gumier Maier lo invitó a exponer en la galería del Centro Cultural Ricardo Rojas.
Obtuvo el Subsidio a la Creación Artística y la Beca para la Creación, otorgados por la Fundación Antorchas, y la Beca Kuitca, que se desarrolló en el Centro Cultural Borges. En 2003, mostró su producción en el Fondo Nacional de las Artes: allí exhibió una serie de piezas que incursionaban en la abstracción geométrica. En este cuerpo de obras la materialidad de la pintura era puesta al límite de su existencia, alternando planos netos de color con otros apenas pigmentados, donde se hacía visible la trama de la tela. Esta muestra es importante como antecedente de la obra que alberga el Museo Nacional de Bellas Artes, ya que en ella el artista comienza a utilizar la bandera como soporte estructural de las investigaciones visuales que desarrollará hasta sus últimas producciones.
Bandera está construida por quince tubos fluorescentes blancos y celestes que conforman la insignia nacional. Los tubos se articulan por medio de un secuenciador que prende y apaga las distintas franjas de la bandera, hasta alcanzar un punto en el que, por segundos, quedan encendidas completamente, para volver a reiniciarse la secuencia.
Este trabajo constituye un punto de encuentro entre el arte minimalista y el arte cinético. La estructura simple que organiza visualmente la obra y el movimiento generado a través de la secuencia lumínica abonan este cruce. Una lectura posible que subyace en la concepción de esta pieza es la inmaterialidad de la luz como elemento constitutivo: si bien el dispositivo que lo produce es un complejo sistema de luces y secuenciadores electrónicos, la obra es percibida como bandas luminosas que van alternando su posición, las que terminan conformando su sentido emblemático.
En cuanto a la dimensión cinética, la obra utiliza un secuenciador que enciende de modo alternado los distintos tubos. Así, se incorporan a Bandera el factor tiempo y el movimiento, conformando una imagen-tiempo, lo que requiere por parte del espectador una percepción en espera frente a la obra, hasta que ella complete el ciclo. Este período, supuestamente, culmina con el encendido completo de la insignia, pero la secuencia enloop brinda una sensación de continuidad. Cada estadio y cada combinación lumínica construyen una obra diferente, lo que otorga al trabajo de Avello un sentido abierto y de múltiples lecturas.

por Pablo De Monte

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