Galería Norte Verde

Entrevista al pintor Ramón Martínez Buades

El tratamiento del dibujo y del color es un asunto de primer orden en el arte. Incluso, se volvió una controversia a finales del siglo XVII, concretamente lo que se denominó discusión entre poussinistas y rubenistas. Quienes admiraron al pintor Nicolas Poussin abogaron por el dibujo, entretanto las personas restantes prefirieron a Peter Paul Rubens y el gusto por la cromática.

Ramón Martínez Buades junto a la pieza Las ciudades, el mar y el cielo. 2022. Óleo sobre tela. 200 x 200 cm.

Cuando Ramón Martínez Buades (Valencia, 1974) trabaja sus obras, apuesta por otorgar la misma importancia a ambas cuestiones. En sus piezas se aprecian formas rigurosas, geométricas, que tienden a yuxtaponerse, las cuales son señal del uso del dibujo, asentando las bases para la forma. Empero, el color también es imprescindible, siendo capaz de articular cromáticas muy interesantes, a veces contrapuestas, otras complementarias. En cualquier caso, son efectistas. Ramón es defensor de experimentar con la técnica para cultivar los colores, alternando el pincel y la brocha, lo que hace posible saturar y desmenuzar, creando texturas las cuales armonizan o bien chocan entre sí.

En definitiva, se trata de explotar los pilares de la pintura, reducidos fundamentalmente a las cuestiones del dibujo y del color, que son la prioridad del arte abstracto. Siendo una cuestión relevante y polémica a lo largo de la historia del arte occidental, a finales de la centuria decimonónica se agrietaron los cimientos del arte, y la pintura sin lugar a duda fue haciéndose cada vez más transgresora, incluso de forma más temprana que el resto de las artes. Se comenzó a resquebrajar el ilusionismo; la imitación de la realidad visible ya no tenía sentido o bien no estaba correctamente representada. Esto terminó por desplazar a la perspectiva lineal en la pintura. Ya fuera desde cierto espiritualismo o bien por aplicar las ciencias matemáticas y físicas al arte —entre otras muchas alternativas—, la pintura abstracta y grosso modo la abstracción perturbaron el arte, aprobando de todas formas su prosperidad bajo un lenguaje alternativo. El dibujo y el color son sometidos a diversos estudios desde la abstracción pictórica. Su presencia o ausencia permite cultivar meditaciones respecto de lo que se está creando.

DARKLOVE IV. 2021. Óleo sobre tela. 180 x 180 cm. Obra ganadora del Tercer Premio en el XVII Certamen Nacional de Pintura Contemporánea ‘’Casimiro Baragaña’’, Pola de Siero.

En el caso de Ramón Martínez Buades, su lenguaje artístico es intelectualizado y hermético. Lo desarrolla en soledad para lograr la máxima concentración, barajando distintas ideas sobre la obra que desea proyectar, sin utilizar el boceto. La abstracción faculta a Ramón para construir un arte purista; insignia de estar materializando sus investigaciones. Piezas de refinada inaccesibilidad, haciendo jugar a nuestras conexiones neuronales en la umbría del conocimiento, pues cuando observamos la abstracción, las alusiones a la realidad se difuminan o se pierden. Además, el artista no solo trabaja la pintura, sino que se adentra paulatinamente en la escultura, aplicando patrones geométricos como los que son tan esenciales en sus obras pictóricas. Aprovechando la alternancia entre los vacíos y los llenos en estructuras perfectas; regulares. 

Dijo Kazimir Malevich en el Manifiesto suprematista (1920), que ‘’[E]n el mundo de la objetividad nada hay tan firme y seguro como creemos verlo en nuestra conciencia. Nuestra conciencia no reconoce nada que esté construido a priori y para toda la eternidad. Todo lo firme se deja desplazar y transportar a un orden nuevo en un primer momento desconocido. ¿Por qué no se podría colocar todo ello en un orden artístico?’’.

Love thought IV. 2021. Óleo sobre tela. 50 x 50 cm.

A partir de ahora, conozcamos a Ramón Martínez Buades, que ha sido recientemente ganador del tercer premio concerniente al XVII Certamen Nacional de Pintura Contemporánea «Casimiro Baragaña» (Pola de Siero). Asimismo, en 2021 expuso su última línea de trabajo Doors in colors en la Galería Cortabitarte (Soria). Su trayectoria en premios y exhibiciones se remonta a los años noventa y ha recorrido numerosas localizaciones de la geografía española hasta encontrarnos en Plataforma de Arte Contemporáneo.

AGC – Ramón, sabemos que has estudiado Bellas Artes. ¿Qué te impulsó a hacerlo?

RMB – Decidí que era la opción universitaria que mejor aglutinaba las materias que quería estudiar, teóricas y prácticas, y también la que mejor iba a encauzar mi trayectoria profesional posterior.

AGC – Materiales y técnicas predilectos.

RMB – Actualmente estoy trabajando la abstracción con técnicas de pinturas al óleo sobre tela preparada. Pintura sobre todo y también estoy empezando con esculturas abstractas de madera pintadas con óleo que pienso ir desarrollando, incluyendo otros materiales próximamente, y voy a comenzar a trabajar sobre papel utilizando diversas técnicas y materiales, para tener un apartado de dibujo. No obstante, me interesa la fotografía, y trabajar la pintura y el dibujo figurativos también utilizando otro tipo de pinturas y técnicas y soportes, o textos grandes. Creo que progresivamente iré utilizando otras formas de expresión.

Black wood building. 2021. Óleo sobre madera. 75 x 35 x 35 cm.

AGC – En tu pintura y en las piezas esculturales se observa una preponderancia de la abstracción geométrica. ¿Cómo defines tu arte respecto al estilo? Cuéntanos tus reflexiones.

RMB – Mi trabajo es fruto de una línea de investigación pictórica, que los últimos tres años he llamado Doors in Colors, que es una manera de llamar al estudio de la forma y el color en la pintura, sobre todo, pero que también puede servir para la escultura. El resultado es una combinación o fusión de varios conceptos pictóricos y escultóricos como el expresionismo abstracto, la abstracción geométrica o incluso conceptos de pintura o escultura minimalista, con referencias a la estética industrial aludiendo a uno de los temas más importantes de mi línea de investigación que es la ciudad, la gran metrópolis con toda su complejidad, consecuencias, formas, conceptos, productos, nuevas costumbres de la ciudad contemporánea, etc. Yo estudio ese tipo de cosas también, las tendencias artísticas que surgen en la ciudad, cómo evoluciona el arte y su función en la sociedad contemporánea, sobre todo en las grandes ciudades, es una parte de mi línea de investigación.

AGC – Está claro que los títulos de tus piezas son la única conexión de la imagen con la palabra y parece que nos orientan respecto a lo que vemos, otorgando un significado concreto a cada serie de obras. Sin embargo, anulando las iconografías, que no nos sirven para interpretar una obra abstracta, sí es cierto que hay piezas cuya cromática, por tradición visual, nos remite a determinados conceptos igualmente ideales. Explícanos lo que te apetezca respecto a la creación de tus obras y su significado.

RMB – Yo prefiero referirme a los títulos de mis piezas como “fondo literario de la pieza”. Creo que no forman parte de la pieza, sino que son aportaciones literarias externas a ella. Es más complicado de lo que pueda parecer a priori. Al menos en mi opinión, mis títulos complican bastante la situación de las piezas. Esa es mi intención al menos desde hace muchos años, desde mis primeras exposiciones. Los títulos de mis exposiciones me cuesta mucho trabajo encontrarlos. Suelo pasar bastante tiempo escribiendo decenas de títulos, frases, antes de encontrar el definitivo; el título apropiado para una exposición individual. Mi investigación tiene además varios objetivos que tengo intención de cumplir. Uno de los más importantes es la función del arte, es decir, encontrar qué utilidad puede tener mi trabajo a nivel psicológico, o intelectual, y poder explicarlo todo a través de la pintura, la escultura o los textos. Utilizo la lengua inglesa en algunos títulos debido a la gran influencia positiva de algunos aspectos de la cultura en esta lengua, en la cultura contemporánea en general, hablando así a grandes rasgos. La utilizo no de manera anecdótica, sino todo lo contrario, es una cuestión técnica para mí, ya que cuando utilizo la lengua inglesa siempre es porque tiene más sentido así, al menos en mi trabajo.

Doors in black and white III. 2020. Óleo sobre tela. 225 x 180 cm.

AGC – La última cuestión enlaza con el arte abstracto dotado de significado, verbigracia, el espiritualismo de una de las primeras artistas abstractas de la historia: Georgiana Houghton. O el caos de la pionera del expresionismo abstracto Janet Sobel. Es evidente que tu pintura tan personal no mira a referentes, pero ¿estás de acuerdo en que el arte abstracto debe tener una idea previa, o simplemente trata de aunar vigorosamente trazos, colores y formas, huyendo de cualquier asociación a la realidad?

RMB – Desde que comencé mis estudios en Bellas Artes me llamó la atención la gran diversidad de personalidades que coexisten en esta vasta área de estudio. Aún me sorprendo al ver lo diferentes que podemos llegar a ser unos artistas de otros, incluso estoy seguro de que artistas que creemos parecidos por su trabajo, pintan por motivos muy diferentes unos de otros. Mi línea de investigación es completamente original, al igual que mi trabajo y lo mismo te dirán la gran mayoría de pintores abstractos actuales, que tendrán bibliotecas muy diferentes, colecciones de discos distintas, personalidades también diferentes unas de otras, metas diferentes, intencionalidades diferentes también. La pintura abstracta abarca territorios intelectuales muy amplios y está estudiadísima. Desde principios del siglo XX hasta nuestros días la producción de arte abstracto es realmente variada y grande, así como la investigación en torno a la abstracción. En cuanto a mi método de trabajo, utilizo varios, no solo uno, pero la mejor explicación en mi caso sería verlo en directo. El acto de pintar es además de intelectual, artesanal, manual, matérico, corporal, irracional, caótico y a la vez estudiado. El proceso pictórico es otro apartado de mi línea de investigación evidentemente, y le busco siempre el porqué a todo, a cada detalle del proceso. Paso mucho tiempo cuando estoy descansando, o en el autobús, o en cualquier sitio si estoy solo pensando en piezas, trabajo mucho mentalmente las piezas, no hago ya bocetos.

Prelude before the darkness VI. 2020. Óleo sobre tela. 120 x 100 cm.

AGC – ¿La belleza estética es primordial en tu obra?

RMB – Ambos términos, tanto la belleza como la palabra estética han sido hiperestudiados en la historia del arte, y en la teoría del arte desde muchísimos puntos de vista y se han investigado muchísimo, y se prestan a múltiples interpretaciones. La estética es un área de Investigación de la filosofía, por ejemplo, yo cursé la asignatura de estética en el tercer ciclo después de mi licenciatura, como asignatura de los antiguos cursos de doctorado compatible con Bellas Artes en la Facultad de Filosofía, con éxito, por cierto, con un sobresaliente. Ambos términos, en el lenguaje coloquial se utilizan como adjetivos comúnmente, pero en el lenguaje especializado del arte contemporáneo adquieren otro sentido bastante más intelectual y complejo. Hay mucha bibliografía especializada al respecto; en el caso de mi trabajo te diré que estaría interesado sobre todo en los aspectos más profundos de la belleza estética, y le buscaría una utilidad, en cualquier caso. No busco que la reacción del espectador sea de admiración o contemplación, si es eso lo que me preguntas.

AGC – ¿Ha habido cambios drásticos en tu carrera o has seguido una experimentación continuada hacia la vertiente abstracta?

RMB – Desde que empecé a hacer exposiciones individuales ya estaba bastante inmerso en la pintura aprendiendo técnicas. Salvo alguna pequeña excepción, siempre he trabajado con los conceptos y técnicas de la pintura abstracta en muchas de sus variantes. Creo que he ido aprendiendo en los estudios donde he ido trabajando, preparando exposiciones, concursos, experimentando, investigando al fin y al cabo técnicas y diferentes posibilidades de la pintura abstracta con mis propios planteamientos, claro.

AGC – Cuando miro tu arte, es imposible que no se me vengan a la cabeza artistas como Ad Reinhardt o Victor Vasarely. ¿Crees en las conexiones con artistas del pasado? Aunque lo normal es que la mayoría de artistas se desvinculen de esto.

RMB – Conozco el trabajo de ambos y de muchos otros pintores abstractos. Tiendo a ignorar si existe alguna conexión entre mi trabajo y lo que sea, y nunca cito a nadie. Siempre que abordo la realización de una pieza uno de mis objetivos es que el resultado debe ser completamente original.

Doors in yellow III. 2021. Óleo sobre tela. 225 x 180 cm

AGC – Sabiendo la cuestión del arte actual, con las complejidades que entraña especialmente el mercado del arte y la alta revalorización de artistas-celebridades cuya calidad no suele ser la esperada para la crítica, ¿crees que hay una plutocracia a nivel del mercado artístico, en la que encima se nos obliga a vender o si no a mantenernos en el margen del interés artístico?

RMB – Yo siempre defenderé el talento de los artistas antes que cualquier otra cosa. A veces observo que se suele olvidar que el eje en torno al cual gira toda la industria del arte es evidentemente la obra de arte, y a partir de ahí todo lo demás debía quedar en otro plano, al menos en un plano diferente que el objeto del estudio artístico que es, repito, la obra de arte y no otras cosas que pertenecen a otros ámbitos. Echo de menos el protagonismo de los artistas y su obra; las obras de arte son la materia prima de todo el negocio. Sin obras de arte nada relacionado con ellas existiría, ni museos, ni todos los trabajos derivados del estudio y el comercio del arte.  Sí que hay casos evidentes en los que el dinero eclipsa el talento de los artistas, otras muchas veces al contrario, los potencia y yo eso lo respeto mucho, dan muchos puestos de trabajo los buenos artistas. Por otro lado, hay múltiples desproporciones en la valoración económica de determinadas obras de arte contemporáneo y eso es un factor negativo siempre claro. Si no te endureces mucho es una selección realmente cruel. A mí ha acabado por no afectarme nada, ni el rechazo, ni que valoren poco mi trabajo económicamente, venga de donde venga. Si no, no seguiría trabajando en esto.

AGC – ¿Qué exposiciones y/o premios destacas a lo largo de tu trayectoria?

RMB – Todas mis exposiciones y todos los reconocimientos que he tenido siempre han sido parte de mi aprendizaje, han sido una gran ayuda para mejorar como artista. Destacaría a todas y cada una de las personas que alguna vez me han apoyado, siempre les estaré agradecido, y siempre les recordaré.

~ Fotografías de Mingo Ruiz y Ramón Martínez Buades. ~

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